Estudias una carrera, o te formas, haces prácticas, acumulas experiencia. Y te especializas para optar al puesto de trabajo de tu vida. Pero, ¿hasta qué punto tus estudios o tu experiencia están relacionados con tus súper poderes? Porque no lo dudes. Los tienes. Todos los tenemos. Y pueden ayudarnos para que el relato que contemos en esa entrevista tan importante, en esa reunión decisiva o en esa presentación, sea mucho más persuasivo y seductor.
¿Cuál es mi súper poder, te preguntarás?
No, no estamos hablando de salir volando, o de lanzar rayos por los ojos. Pero te aseguro que los tienes. Y te hacen extraordinario.
Cuando hablamos de súper poderes, hablamos de aquello que de manera natural, se nos da bien. Aquello que no nos cuesta esfuerzo y que puede aportar valor a los demás. A veces es algo que salta a primera vista, como por ejemplo una persona que tiene un don con la gente para relacionarse de manera fácil, y conectar a los pocos minutos de hablar con alguien.
A veces es un don que, aunque increíblemente valioso, pasa desapercibido. Como por ejemplo, la facilidad para hacer que los demás se sientan bien, para crear un buen ambiente. O la capacidad para hacer las cosas fáciles, sencillas. Para que nada sea un problema. Es algo muy importante y a lo que generalmente no le damos importancia.
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Y muchas veces es algo que elegimos deliberadamente no mostrar, porque creemos que no tiene valor, que no aporta nada. Porque, ¿qué le importa a un entrevistador, a un compañero o a un jefe que se me dé bien escribir? ¿O cocinar? ¿O coser?
Y siempre, son cosas que quedan en la esfera de lo personal. Que no nos llevamos al trabajo, que quedan reducidas a nuestro entorno familiar o de amistad. Pero, ¿por qué? ¿Por qué no sacar estos talentos que todos tenemos, estos súper poderes y enriquecer con ellos nuestra vida profesional?
Es un hecho que en un proceso de selección, la aptitud es importante, pero la actitud es la que marca la diferencia de manera sustancial. Y directamente relacionada con esa actitud están tus súper poderes.
¿Te gusta la cocina? ¡Pues enhorabuena! Porque eres una persona creativa, paciente y que sabe priorizar. ¿Lo sabías? Además, y esto es muuuuy importante, puedes llevarte al trabajo de vez en cuando, alguno de los pasteles o tartas que hagas 🙂
¿Eres una máquina haciendo punto de cruz? La concentración no tiene secretos para ti, eres perfeccionista, vas al detalle y eres minucioso. ¿No te lo había dicho nadie?
Los súper poderes dimensionan habilidades y características personales que pueden ayudarte mucho en tu trabajo o en un proceso de selección.
¿Cómo saber cuáles son?
Busca aquello que se te de mejor. Aquello que te hace feliz, lo que te consume horas sin que te des cuenta. Y si aún tienes dudas, pregunta. A tus amigos, a tus seres queridos. Y verás cómo te sorprenden descubriéndote cosas que ni siquiera podías imaginar que para las personas podían ser valiosas.
Y cuando tengas claros tus súper poderes, no dudes en utilizarlos. Porque te ayudarán a trabajar mejor y ser más feliz en tu trabajo, o a llevar ese proceso de selección adelante, mucho más seguro y tranquilo.
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