Dos preguntas para empoderar equipos co-dependientes3 minutos de lectura

Llegar a liderar un equipo que ha sido jefeado por un micro-manager puede convertirse en toda una aventura.

Imagina el escenario anterior a tu llegada: todas las decisiones debían pasar por el jefe. En su inseguridad, necesitaba tener el control de todo, o al menos, dar la impresión de que estaba al mando y que era el más inteligente del sector.

Desde la cantidad exacta de tornillos en la gaveta tercera del armario del fondo de la segunda bodega, pasando por la ubicación en tiempo real de todos los del ‘equipo’ de trabajo hasta estar a la vanguardia de las opiniones y soluciones a implementar en las labores diarias de todos.

Todo debía pasar por esa persona. Lo necesitaba, vaya Dios a saber por qué. El equipo se acostumbró a ese estilo de vida, de estar maniatado en sus actividades, a dar lo mínimo, a que pensaran por ellos, a que las soluciones las tiene el jefe.

Y ahora es tu turno de liderar ese equipo.

La que te toca

Existen dos opciones. La primera -y que se antoja a primera vista como la más sencilla: seguir micro-gerenciándoles. Así se mantienen ocupados y, de paso, uno también.

Pero, quizá, no sea algo sostenible a largo plazo, ni para ellos ni para el líder ni para la misma organización.

La otra opción, que puede implementarse en poco tiempo y a la larga dar mejores resultados, es empezar a empoderar el equipo. Darles espacio a ellos para mostrar su valía, aptitudes y habilidades.

Los estudiosos del tema nos enumeran las múltiples ventajas de tener un equipo bien empoderado:

  • Mejoran la actitud ante los cambios, que pasa a ser una ventaja competitiva en el entorno empresarial de la actualidad.
  • Crea un ambiente más productivo, lleno de creatividad, autoconfianza y toma ágil de decisiones.
  • Mejora el trabajo en equipo, la comunicación y la confianza grupal.
  • Otro montón más.

Dos preguntas poderosas

La labor de empoderar equipos que han sido micro-gerenciados previamente no es fácil de inicio, pero como ya anotamos, puede ser un proceso rápido y acertado.

Al momento de presentarse una situación o problema en la que el equipo recurre al jefe, como siempre lo hacía, estas son las dos preguntas que pueden empoderarles y empezar a romper esa co-dependencia:

  1. “¿Qué crees que deberíamos hacer?”
  2. “¿Hay algo que pueda hacer para ayudarte a comenzar?”

Básicamente, estamos diciéndoles: “ustedes tienen el conocimiento del proceso/procedimiento. Desde su experiencia, ¿qué les parece que es lo mejor que podemos hacer para solucionar? Estoy acá para apoyarles”.

Por supuesto que debe haber una labor de supervisión y acompañamiento que le corresponden a líder, pero justamente es parte del proceso de liderazgo: estar dispuesto a aprender del equipo y a construir soluciones juntos. El líder es uno más, pero por su posición debe mantener la responsabilidad de los resultados y la eficiencia de los procesos y uso de los recursos.

La acción de empoderar al equipo para la toma de decisiones es una herramienta de desarrollo muy útil que aumentará el compromiso y le dará al equipo un sentido de pertenencia en el éxito de la empresa.

Fabrizzio Ponce
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Fabrizzio Ponce

Facilitador de equipos de alto rendimiento, formado profesionalmente como Administrador de Negocios, RRHH, Coaching, Liderazgo y Motivación.

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