Suena el teléfono. Un número oculto, o desconocido. Y de repente piensas, ¿serán ellos?
Hace poco que entraste en un proceso de selección y has estado esperando esta llamada desde entonces. Así que sin pensarlo, descuelgas. Son ellos. Y te van a hacer una breve entrevista telefónica. Si la superas, pasarás a la siguiente fase del proceso. Tu corazón empieza a latir más rápido. ¿Una entrevista? No te la has preparado, no tienes nada pensado.
Al otro lado del teléfono, una voz te saluda, confirma tus datos y te lanza la pregunta que te estabas temiendo: ¿Por qué solicitas este puesto de trabajo?
La entrevista telefónica es una herramienta que permite a las empresas o departamentos de RRHH, de una forma rápida, hacer la preselección de los candidatos para, en muchos casos, la última fase del proceso de selección.
Si en general una entrevista de trabajo siempre es un experiencia difícil, por teléfono la complicación aumenta.
¿Y por qué?
- Primero de todo, no hay un trato personal. No puedes ver a la persona que te habla, no hay contacto visual.
- Segundo, el tiempo es muy escaso. El entrevistador sabe que tiene los minutos contados y no puede pasarse de ahí. Por lo que hay que ser conciso y específico. Y eso a veces cuesta.
- Tercero, te han “pillado” por sorpresa. Probablemente tus circunstancias no son las más adecuadas para responder, así que tienes que hacer un esfuerzo extra para concentrarte y ser ordenado en tus respuestas, estar tranquilo y hablar pausadamente y con confianza.
¿Cómo se puede hacer todo esto?
Don´t panic. Se puede.
Lo primero y más importante, es ser consciente de que vas a contar una historia. Tu historia. Y que tiene que tener sentido y ser convincente.
Hay muchas formas de contar historias, pero la más sencilla, la más efectiva y la que mejor te puede servir, es la estructura en tres actos. O lo que es lo mismo, planteamiento, nudo y desenlace.
Una historia siempre cuenta un cambio, una evolución. Sin cambio, sin que algo pase, no hay historia. El planteamiento equivaldría a la parte de la historia en la que se narra el principio, cómo estaban las cosas antes de que todo empezara.
Tomemos por ejemplo el caso de una persona que ha aplicado al departamento de marketing de la empresa Palomitas S.A. Su planteamiento sería cómo era su vida antes de enterarse de que se había abierto un proceso en Palomitas y buscaban a alguien de marketing. Pero recuerda que debes de ser breve y específico, cuenta lo más importante, no para ti, sino para el proceso. Por ejemplo, que estabas terminando tu máster en marketing.
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El planteamiento es muy importante, porque es lo que va a generar interés y empatía. La empatía consigue que el entrevistador se identifique con nuestras emociones, que las entienda y las comparta. Y una vez logrado esto, tenemos el 50% del trabajo hecho. Todos hemos pasado por procesos de selección, todos hemos tenido la ilusión y las ganas de conseguir el trabajo de nuestra vida. Piensa que se lo estás contando a alguien que ha pasado por lo mismo que tú y con toda probabilidad se produzca esa empatía.
A continuación, llega lo que se llama “punto de giro”, es decir, sucede algo que precipita al protagonista (tu) dentro de los acontecimientos de la historia. En este caso, el punto de giro es enterarte de que en Palomitas buscan una persona para marketing. Y entramos de lleno en el nudo de la historia.
El nudo es la parte de la historia en la que poder contar todo lo que entrar en Palomitas y formar parte de su equipo significa para ti. Sigues teniendo muy poco tiempo, así que aprovéchalo bien, sé sincero y explica por qué quieres ese puesto de trabajo y porqué crees que eres la personas más indicada.
Después del nudo, viene otro punto de giro que antecede al final de la historia. En tu caso, ese punto de giro equivale a la suposición de que consigas el trabajo,y, por tanto tu final feliz.
Y aquí es importante resaltar dos cosas: que es tu final, pero también el del proceso de Palomitas. Tienes que contar qué significa para ti conseguir el trabajo y qué significa para Palomitas contar contigo.
Si sigues esta estructura, tu historia tendrá sentido, seguirá un hilo cronológico ordenado y tendrás al entrevistador “enganchado” y pendiente de tu final.
Así que dime, ¿la pondrás en práctica?
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