Sabemos que afrontar una entrevista de trabajo es un momento crucial para toda aquella persona que busca un nuevo empleo.
No obstante, a menudo los y las aspirantes afirman tener respeto ante determinadas preguntas que se suelen repetir en todas las entrevistas. Por ello, en este artículo os pongo sobre la mesa las preguntas que suelen resultar más difícilesy explico qué aspectos hay que tener en consideración para contestarlas.
1. Háblame de ti.
Suele ser la primera pregunta que te hacen en una entrevista y supone la gran oportunidad para exponer nuestro Elevator Pitch. Se trata de un discurso de duración de unos 3 minutos aproximadamente en el que explicamos: 1) nuestra etiqueta profesional; 2) experiencia, formación o conocimientos que se ajustan a la vacante; 3) principales logros y/o virtudes; 4) nuestra situación actual y 5) motivación por trabajar en la empresa y por desempeñar el puesto ofertado.
2. ¿Cuáles son tus virtudes?
La persona idónea para un puesto de trabajo no es aquella que tiene la experiencia más dilatada o la formación más completa; también cobra gran relevancia que la persona seleccionada tenga una personalidad acorde al puesto de trabajo, al superior o superiora que tendría, equipo en el que se integraría y a la cultura organizacional.
Por este motivo, en las entrevistas una de las preguntas más frecuentes es que expliquemos cuáles son nuestras mejores habilidades.
Esta es una de las preguntas que mejor tenemos que llevar preparadas desde casa para evitar caer en aspectos que no serían nuestras competencias más brillantes como la “responsabilidad”, “puntualidad” o “amabilidad”.
Lo mejor es reflexionar sobre aquellas virtudes que tengamos que 1) están directamente relacionadas con el puesto de trabajo (por ejemplo para un perfil comercial una competencia importante sería la negociación); 2) consideramos que nos destacan más y 3) nos diferencian del resto de aspirantes.
Además, no vale solo con decir “soy una persona con orientación al resultado”, hay que demostrarlo, y la mejor manera es exponiendo ejemplos concretos de nuestra experiencia profesional o incluso personal, en los que se ponga en valor y se resalte esa virtud.
3. Dime tres defectos.
Para responder esta preguntaten en cuenta los siguientes factores: 1) di defectos que no afecten directamente a tu grado de adecuación con el perfil solicitante (por ejemploun error sería que un comercial dijera que es introvertido ya que ese defecto supone una dificultad para el buen desempeño del puesto); 2) explica qué has hecho para mejorarlo y qué has aprendido de ello y 3) llévate preparada la respuesta a la siguiente pregunta “explícame una situación en la que tener ese defecto te ha supuesto un problema en el trabajo”.
4. ¿Dónde te gustaría estar profesionalmente de aquí a 5 años?
El objetivo de quien te entrevista es valorar si tus expectativas profesionales y de futuro son acordes a lo que te puede ofrecer la empresa y el grado en el que tu objetivo profesional está en consonancia con la vacante.
Lo mejor en este caso es ser honesto. Si postulas para un puesto técnico de recursos humanos y tu aspiración es llegar a un cargo de responsabilidad, te será frustrante no haberlo dicho, finalmente entrar en la compañía y no ser posible cumplir ese sueño.
Sin embargo, tampoco es bueno decir algo muy ajeno al puesto que postulas. Recuerdo el caso de una chica que siendo entrevistada para un puesto de atención al cliente para una empresa de automoción, me contestó que su objetivo era montar una granja de caracoles. Como observaréis, sus expectativas de futuro eran completamente ajenas a la posición que estaba optando.
5. ¿Por qué acabaste en tu anterior trabajo?
Es una pregunta que no gusta cuando ha habido problemas con la anterior empresa. Si el tema sale a la luz en la entrevista, es importante que tomes control de emociones como la ira o la rabia, ya que de no hacerlo dará a entender que ese periodo para ti no está cerrado. También, que expliques desde la más absoluta objetividad los hechos, sin enfatizar cuan negativo han sido y haciendo hincapié en lo que te has llevado a tu mochila de aprendizajes.
6. ¿De qué estás orgulloso/a de tu experiencia?
Aquí tenemos la gran oportunidad de poner sobre la mesa todo nuestro potencial. Ante esta pregunta tenemos que explicar un logro profesional nuestro. Aquello que hemos conseguido y nos ha hecho sentir bien. Los logros pueden ser cuantitativos (por ejemplo aumentar el porcentaje de ventas un 10%) o cualitativos (como sería el caso de haber creado un sistema de archivo que ayudaba a encontrar la información con mayor rapidez).
Tanto si explicas un logro cuantitativo como cualitativo es esencial que detalles: misión, contexto, acciones que llevaste a cabo, dificultades que te encontraste y cómo las solventaste, resultados que obtuviste y competencias que desarrollaste.
7. ¿Cuál es tu expectativa salarial?
La principal inquietud que tiene la gente es decir una cifra que sea demasiado baja o por el contrario, demasiado alta. La mejor opción es tantear qué es lo que está pagando el mercado para un perfil como el tuyo. Para ello, haz un rastreo sobre ofertas en las que encajas y analiza qué salario están ofreciendo, busca estudios de remuneración oconsulta el convenio de tu sector.
Es fundamental prepararte la entrevista con antelación para responder de forma acertada. La improvisación en un momento en el que te juegas un puesto de trabajo no tiene cabida, puesto que se suele notar, puede provocar que metas la pata o que ante determinadas preguntas no tengas recursos para contestar.
Me apasiona trabajar con personas y contribuir en su crecimiento personal y profesional.
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Si al final, nada de una entrevista es genuino, espontáneo y sincero. Todo está basado en premisas falsas. El candidato dirá lo que cree que la empresa/ entrevistador quiere oír, aunque no sea la verdad, con el fin de obtener el puesto. La empresa en cambio, prometerá formaciones, posibilidades de desarrollo y un trabajo estimulante sabiendo que no habrá nada, o poco, de eso. ¡Y así está el mercado laboral!
¡Hola Gotzone!
Bajo mi punto de vista apoyo a que en la entrevista nos mostremos naturales y espontáneos. No obstante, sí que creo que algunas preguntas las tenemos que llevar preparadas porque puede ocurrir que nos quedemos en blanco con la respuesta, no expliquemos lo que más nos hace diferenciar de los demás, etc. No se trata de llevar un guión y que allí lo repitamos, sino de ser nosotros mismos pero prepararnos para poder trasladar al entrevistador/a toda nuestra valía.
En cuanto a lo que la empresa promete, sí que es verdad que a veces puede ocurrir que no se cumpla del todo lo que nos dijeron en la entrevista, lo cual nos provoca desmotivación, sin embargo, no todas son así y sería un error sobregeneralizar que todas las compañías son de este modo porque conocemos o hemos vivido de primera mano ese tipo de situaciones 🙂
¡Saludos!
Laura M.