Quiero, pero no puedo. Esta afirmación la suelo escuchar muy a menudo entre mi círculo de contactos, amigos, compañeros y personas con las que trabajo en el desarrollo de sus competencias y, cada vez más, durante esta pandemia que estamos afortunadamente superando. Parece que el desánimo se haya apoderado de nosotros.
Quiero, pero no puedo
El “pero” tiene un poder absoluto de anular la parte primera de una afirmación y tras ese “pero”, se muestra una justificación para asumir una realidad con cierta actitud derrotista.
Ante esta afirmación yo siempre pregunto: “¿Qué es lo que te lleva a pensar que no puedes? ¿Realmente quieres lograr aquello que dices querer y que piensas que no puedes? ¿Qué te lo impide?»
Está demostrado que todo surge de un pensamiento
Aquello que pensamos nos orienta hacia la acción, y nuestra manera de actuar nos define en gran medida como somos, hasta el punto que ese pensamiento nos define y somos lo que pensamos.
Es muy importante de cara a conseguir tus objetivos, que analicemos nuestros puntos fuertes. Este año, y debido a la pandemia, mi actividad como psicólogo deportivo se ha visto muy reducida en la Escuela de Fútbol de Villaverde en la cual trabajo además de mi profesión principal, donde he podido seguir muy de cerca a nuestro equipo al que familiarmente llamamos “Promesas”.
Su entrenador deportivo se ha centrado, a lo largo de todos los entrenamientos, en analizar los puntos fuertes del equipo y ha sido una gran parte del éxito que bajo mi punto de vista está teniendo el equipo, generando ilusión, confianza y muchas ganas de trabajar y mejorar. Así el equipo de Villaverde San Andrés B en 2ª Regional ha usado estas fortalezas para la puesta en escena de sus acciones de cara a cambiar el futuro a través de partidos ganados, actuando desde el presente en los entrenamientos y dirigiéndose hacia el punto que quieren llegar.
Pero a veces, el principal obstáculo para no llegar a aquello que quieres eres tú mismo. Si lo piensas, orientarte a tu meta, a aquello que quieres, depende de ti en un gran porcentaje.
Trabaja la confianza con tus recursos y en quién eres
Vas a aumentar de manera exponencial tus posibilidades de éxito y de conseguir aquello que quieres.
Uno de los trabajos que les propuse a los jugadores del equipo y que yo siempre suelo introducir en los procesos de crecimiento, de Coaching y de Consultoría es escribir en un papel aquello que queremos conseguir y al lado todas las herramientas que pensamos que contamos para conseguirlo, de esta forma al escribirlo de nuestro puño y letra, con nuestros trazos el cerebro se hace más consciente de la realidad que dibujamos y adquirimos al tenerlo escrito un mayor grado de compromiso. Esos so algunos de nuestros puntos fuertes que nos van a ser de gran utilidad para avanzar y hacer que nuestros puntos débiles de hoy dejen de serlo porque tan importante es llegar a nuestro destino como crecer mejorando nuestras habilidades.
El mayor fracaso consiste en no intentarlo, puesto que si no lo hacemos, vamos a permanecer en el mismo punto en el que nos encontramos. Independientemente del resultado, si lo intentamos, estaremos produciendo un desplazamiento y, con él, algo diferente en nosotros mismos, un resultado en forma de aprendizaje que constituye la base sobre la que avanzar.
El miedo se produce por la anticipación de una consecuencia de algo que ni siquiera ha sucedido y que imaginamos que va a suceder. En estos casos, el poder de la imagen mental negativa nos hace bloquearnos. Mi consejo es que cambies por tanto la imagen mental y te sitúes en un escenario imaginario a futuro diferente, como por ejemplo, en uno en el que lo estás consiguiendo.
Por otra parte, la interpretación muchas veces errónea de sucesos que han tenido lugar en nuestro pasado, hacen proyectar a futuro la imagen mental de ese recuerdo que no se corresponde con la realidad. Estos pensamientos con frecuencia son recurrentes y la neurociencia explica clara y fácilmente como determinados circuitos neuronales se fortalecen con este tipo de pensamientos repetitivos y, por tanto, la clave es que rompas con estos pensamientos negativos que en ocasiones pueden llegar a ser catastróficos.
El pensamiento se puede orientar
Sabemos que está muy ligado a las emociones, pero si éstas son negativas, debemos intentar probar a cambiar el tipo de pensamiento para generar emociones positivas, que a su vez, desencadenarán nuevos pensamientos positivos y todo esto activará un nuevo ciclo de pensamientos y de emociones.
¿Eres de los que se fijan más en los errores o en los aciertos?
Esto también lo he trabajado en jornadas anteriores con algunos de los jugadores que este año forman parte del equipo “Promesas”. Mira, los errores y los aciertos, forman parte de la misma realidad. Es más, algunas de las cosas que consideramos negativas es posible que otra persona las vea menos negativamente e incluso positivamente. La clave es fijar la atención de forma selectiva en unas cosas u en otras, céntrate en el acierto y no tanto en el error y relativiza además el mismo, detrás de un error puede haber una gran oportunidad.
Hay personas que hacen el mismo camino al trabajo a diario y en algunos experimentos se ha comprobado que hay muchas que no se han fijado en algunos elementos del paisaje, bien sea urbano o en algún elemento, sencillamente porque no le han prestado atención, pero eso no significa que ese edificio o ese polideportivo que te pasan inadvertidos no estén ahí. Lo mismo sucede con tu realidad y con tus habilidades, muchas están ahí, pero no has aprendido a verlas o bien no has centrado tu atención para percibirlas.
Fíjate un objetivo o varios
Ya habrás dado el primer paso y piensa que necesitas dar más pasos. Activa pensamientos positivos y formula frases del tipo:
- “Voy a conseguir contribuir a través de mi juego, contribuir a generar oportunidades para lograr la victoria de mi equipo”
- “Voy a trabajar para poder tener esa conversación pendiente que tengo con mi jefa para poderle expresar todos aquellos puntos que son mejorables y que van a contribuir a la mejora de la empresa”
Activa pensamientos positivos, anótalos en una libreta personal, proyecta a futuro imágenes positivas.
Quieres y puedes, ¿y si no lo consigues? Avanza y cuéntame, ¿cuáles son tus dificultades a la hora de trabajar o de lograr tus “quieros”?
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